El día grande de las fiestas del barrio de San Antón fue ayer, y como todos los años la tradición del fuego y las pujas fueron los mayores atractivos, además de que hubo nuevas actividades festivas para todos los gustos
"Como ha ocurrido en los dos últimos años, el buen tiempo (casi primaveral) ha acompañado al inicio de las fiestas del barrio de San Antón, tanto el domingo como ayer, en las procesiones del castillo o las antorchas (la nocturna del domingo) y la del día del santo (ayer por la mañana).
El domingo por la noche, con mucha gente en las calles del barrio, transcurrió la Procesión del Castillo, por un itinerario que se inicia en Ramón y Cajal (en la puerta de la iglesia), Tercera del Collado, Travesía y La Parra, por donde llega nuevamente a la iglesia. Tras la procesión se disparó el tradicional castillo de fuegos artificiales.
Después del castillo, varias decenas de personas (principalmente jóvenes), disfrutó en la calle de La Parra, lanzando carretillas, manteniendo viva la tradición de muchas décadas.
Tras la bendición de los animales, se realizó la tradicional procesión de San Antón, que recorrió las principales calles del pueblo, también con centenares de personas en todo el recorrido (ayer fue día festivo en Tobarra). Las fiestas finalizarán el próximo domingo con la VI concentración Motera Invernal, en la que se espera que participen moteros de toda España, especialmente si acompaña el buen tiempo, y un intenso programa de actos entre los que destaca el mercadillo artesanal, que se desarrolla en la calle de La Parra.
Las fiestas se interrumpen hasta el próximo fin de semana, cuando se prevé la celebración de la VI Concentración Motera Invernal, que se iniciará con la inscripción de los participantes, que contará con aparcamiento y zona de acampada. Ese mismo día, los asistentes podrán disfrutar de un concierto de rock que cuenta con la colaboración de la asociación Astro, con entrada gratuita.
El sábado 22 de enero se ofrecerá un desayuno a los participantes, antes de la ruta turística matinal; tras la comida motera, los participantes inscritos realizarán juegos, y después de la cena, se realizará un nuevo concierto (el estelar de las fiestas con el grupo Genuinos).
La concentración finaliza el domingo 23, a las tres de la tarde, tras la realización de una nueva ruta turística y una comida con sorteo y reparto de regalos, entrega de trofeos e despedida a los moteros visitantes. La concentración invernal motera nació en 2006 con motivo de las fiestas de San Antón, con la participación de medio centenar de motos. Ese primer año se desarrolló una ruta turística por las pedanías, en las que se realizó una parada con pincho y cerveza: tras la comida típica en la carpa de la hermandad de San Antón, se efectuó un pasacalles por la localidad; en la calle de Eras, se pusieron en marcha diversos juegos moteros, como carreras de lentitud, de cintas, de bidones, etc. En la cena, a base de bocadillos calientes, se sortearon regalos y se entregaron los trofeos.
Una de las ediciones de mayor participación fue la de 2008, en la que se inscribieron alrededor de trescientos moteros, que disfrutaron de un ambiente de fiesta que se vivió en las principales calles del barrio, gracias a las buenas temperaturas, que hicieron que numerosos vecinos se acercaran hasta las zonas en donde se instalaron puestos de equipos y regalos moteros. El resto de años no ha superado esa participación, principalmente a causa del mal tiempo.
Las fiestas finalizarán el domingo 23 de enero con un intenso programa que comenzará con una misa, pujas en la calle de La Parra, el Mercadillo artesanal, con variedad de artículos gastronómicos y regalos. A las cinco de la tarde se podrá asistir a un espectáculo de danza clásica y moderna, con los alumnos de baile de la Universidad Popular de Tobarra, dirigidos por Rosa López.
A las siete de la tarde se realizarán las últimas pujas (en el transcurso de las mismas se sorteará el gorrino de San Antón, de más de 100 kilos) y se ofrecerá un picoteo fin de fiestas. El cierre de las fiestas será a las 20,30 horas, con pólvora de colores en la calle de La Parra, junto a la iglesia de San Antonio Abad.
La tradición del gorrino del santo, que se sortea este año, al igual que ocurría en otros municipios, habla de que se compraba unos meses antes un cerdo para rifarlo y se soltaba por las calles del barrio siendo alimentado por los vecinos y cuidado por todos con la esperanza de que al finalizar las fiestas fueran los agraciados en la rifa.
De las fiestas, como otras viejas tradiciones, han desaparecido las habituales carreras de cintas (con las que los niños disfrutaban y pasaban las tardes de los años 60 y 70), y la tradicional carrera del día del patrón, con dos pollos y un conejo de regalo para el ganador, que debía dar tres vueltas a un circuito de subidas y bajadas entre la puerta de San Antón, Ramón y Cajal, Primera del Collado (antes la calle Bleda), travesía y Calle de la Parra.
Pese a las grandes innovaciones, como la colocación de la carpa (que ha dejado paso a la nave o centro social de San Antón y La Granja) la procesión nocturna o del Castillo, el mercadillo, la concentración motera y tantas otras, las fiestas de San Antón siguen siendo de las más tradicionales del municipio, con actividades y festejos que han pasado de padres a hijos, como el de las pujas y el disparo de carretillas.
Recuerda Manuel Bueno El Longino, que un año intentó hacer trampa en la carrera, cruzando por una de las casas (que daban a las dos calles: La Parra y Primera del Collado o Bleda), en lugar de hacer todo el recorrido, y cuando le estaban entregando el conejo y los dos pollos como ganador, ante la protesta de otros corredores y de algunos vecinos, lo eliminaron y le dieron el premio al verdadero ganador."
G. González, La Tribuna de Albacete
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