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jueves, 16 de abril de 2020

TOBARRA EN LA "CRONICA DE LA PROVINCIA DE ALBACETE"

  Joaquín Roa Erostarbe publica "Crónica de la Provincia de Albacete", obra dedicada a la Excma. Diputación, con una carta-prólogo del Excmo. Sr. Don Rafael Serrano Alcázar.
El primer volumen se publicó en 1892 (aunque en el interior trae la fecha de 1891) y se completaría después, en 1894, con el segundo tomo, si bien la difusión de la totalidad de la obra no llegaría hasta 1896. En 2004 la Diputación publicó una edición facsímil con una introducción de Luis Guillermo García-Saúco Beléndez.


Aunque dividida en dos gruesos volúmenes está planteada de un modo unitario, del siguiente modo:
- El primer tomo incluye un aspecto introductorio general que presenta a la propia provincia, más el partido judicial de Albacete, con los artículos dedicados a Balazote, Barrax, La Gineta y La Herrera, todo con un total de 436 páginas.
- El segundo volumen tiene ya un ámbito provincial y aquí se sigue la línea alfabética de los propios partidos judiciales entonces existentes: Alcaraz, Almansa, Casas Ibáñez, Chinchilla, Hellín, La Roda y Yeste, incluyendo, naturalmente, los distintos municipios de cada uno de esos partidos, siempre recogiendo los datos históricos disponibles, número de habitantes, riqueza agrícola, ganadera e industrial y algunos otros aspectos de los que pudo recabar datos el autor, así como referencia a algunos valores artísticos o monumentales, para añadir, por otra parte, las pedanías y entidades de población pertenecientes a su término y concluir con sucintas biografías de los hijos ilustres del municipio correspondiente.

  La mención a Tobarra se sitúa en el segundo volumen, capítulo sexto, dedicado al Partido Judicial de Hellín, cuyo contenido que nos interesa paso a reproducir íntegramente:


Artículo V. - TOBARRA

  Villa de remotísimo origen, situada en un valle profundo, la cual tiene por armas en su escudo un castillo coronado por tres torres y sobre la del medio un águila. La reina doña Juana concedió á esta Villa varios privilegios y preeminencias, y á fines del último siglo se gobernaba por un alcalde mayor de letras y muchos regidores perpétuos del mismo pueblo, que entonces pertenecía al rey.
  El cronista señor Blanch incluye á la Villa de Tobarra en la región de los bastitanos, y no añade más sino que aun se conservan en su castillo argamasas y fragmentos de sepulturas, y algunas gradas de las termas ó baños llamadas de Santa Victoria. No sabemos si aludirá á estos baños en los que cita mas adelante como emplazados entre dos colinas, cerca de la Villa, cuyas aguas (sin dirección facultativa,) poséen virtudes curativas para combatir la sarna, las herpes y otras enfermedades de la piel.
  Espinalt, mejor informado, nos habla de Tobarra con mas extensión. Dice que era Villa de mas de mil vecinos, dotada con una sola parroquia con titulo de Nuestra Señora de la Asunción, cuyo templo amplio y de hermoso aspecto nada dejaba que desear en cuanto á su arquitectura, pués fué construido con piedra labrada hasta las bóvedas. Su fundación data del año 1 546 y las rentas de su fábrica y las del cura ascendían por los años 1780 á doce mil reales y tres mil ducados respectivamente; componíase su clero por entonces de veinte y cuatro eclesiásticos.
  Contaba asimismo esta Villa, cuya entrada teníala por cinco partes diferentes, con un convento de religiosos Franciscos, titulado de San José, observantes de la provincia de Cartagena, cuya comunidad, compuesta de veintiseis conventuales, veneraba una prodigiosa imagen de los Dolores. Otra del Santísimo Cristo del Antigua, que la tradición supone fué hallada en un arco ó bóveda, bajo tierra, después de la última expulsión de los sarracenos, se adoraba en la ermita de Nuestra Señora de la Encarnación, situada hacia Mediodia, donde estuvo antes la parroquia; allí también se hallaron en otros tiempos ruinas del antiguo castillo. Tenía Tobarra, además, otras varias ermitas y un buen hospital. Entre aquellas merece citarse la de Santa Quiteria, en el sitio llamado la Aldea, á una legua próximamente, con unos baños de piedra labrada, cuyas aguas se usaban para combatir las afecciones leprosas, y sarnosas, obstrucciones y dolores histéricos. Tal vez sean estos los baños que Blanch denomina de Santa Victoria.
  Citando Espinalt, el testimonio de Méndez de Silva (cap. 12, fólio 185) se inclina á atribuir á los romanos la fundación de esta Villa, que la hubieron de llamar Turbula ó Tremula, pues consta que en aquel tiempo floreció y fué ciudad grande y de importancia, según proclaman vestigios descubiertos á una media legua hacia Levante, en donde se vé una sierra llamada vulgarmente de los Castellares, por haber en ella dos pedazos de torreta ó atalayas arruinadas. En la misma parte de Levante, se veía asimismo un profundo lago conocido por la Torca de Villegas.
  El Dr. Lozano, á vuelta de varias congeturas, nada de particular añade.
  Por último, de Tobarra tratan, según el P. Morote, Flavio Dextro; Julian Pedro, y otros, hablando del martirio que Santa Victoria virgen padeció el día 23 de diciembre del año 255. Las palabras de Dextro -dice aquel autor - son las siguientes: Hoc eodem tempore (lícet alii sub Imperatore Pio Aurelio maliut) apud Turbulam Civitatem Batestanorum : Sancta Victoria aufugiens Romae ad Hispaniam, ubi proedia erant eius sponsi, postque aliquod tempus vigessima tertia die Decembris Virginitatis Lauream Martyri laud pro Christi fide passa. Y Juliano, sobre el mismo asunto, se expresa de este modo: Vigessima tertia die Decembris Sancta Victoria, Virgo, natione Romana, quae fugiens in Hispaniam, ne Eugenio cui desponsala fuerat, nuberet venitque ad Civitatem Turbulanam in Batestanis (quae nunc vulgo Tobarra dicitur) ibidem gloriose passa est.
  En un cerro, á la falda de la Sierra del Madroño, se denunció el año 1570 una mina de plata y cobre argentífero.
  Finalmente, leída la información que por orden de Felipe II dieron los vecinos de esta Villa Juan Tomas, alcalde ordinario, y el Regidor Pedro de Carcelén, solo hallamos como mas saliente estos particulares: Que antiguamente fué quemada por los moros y cautivos, tornándose á edificar 266 años atrás como á la sazón lo estaba; que según, los documentos de su archivo, el rey don Sancho la otorgó el privilegio de gozar las mismas franquezas y libertades que tenia la ciudad de Chinchilla; que por merced que la hizo el infante don Juan Manuel, ostentaba por escudo de armas dos castillos y en cada uno leones con espadas; que despues de haber sido de 103 marqueses de Villena, se incorporó a la corona real en tiempo de doña Isabel, por cuyo mandato y orden fué á tomar asiento el bachiller Juan Lopez, promotor fiscal de S.M.; que en una de las dos Sierras en que estaba situada parte de la población existió un antiguo castillo con barbacana, del que solo quedaban algunas ruinas, y, así mismo, que á media legua de ella y en el sitio de los Castellares se veían otras con torres y algibes que revelaban la existencia en remotos tiempos de una gran ciudad; que en Tobarra nacieron el Licenciado Carcelén, que sirvió bien y fielmente á S.M. en encargos que le confirió, y don Gabriel Marino Cárdenas, obispo de Jaén y cardenal de las Indias; que eran hijos-dalgo los Guevaras, López de Valcarcel, Rodriguez de Vera, Carcelén y los Rodrigo de Piner, descendientes de Martín Fernandez Piner, el del brazo remangado; y, por último, que se contaban por entonces hasta siete ermitas: Nuestra Señora del Remedio, fundada por el venerable prestamero Sancho Llorente; San Blas; San Cristóbal; San Roque; Santa María; San Sebastian y Santa Quiteria, donde habia una fuente denominada la Santa por las virtudes curativas de sus milagrosas aguas para el mal de rabia y otras enfermedades.
  El suelo de esta Villa es muy fértil. Ya Espinalt nos dá también noticias de que el terreno de esta Villa es "fértil, y la huerta muy espaciosa y dilatada, pues abunda en todo género de esquisitas frutas; trigo, vino, aceite, hortalizas, azafrán, mucha seda y ganado; pero principalmente en cáñamo, cuya cosecha ascendía al año á veinte mil arrobas; su calidad excelente, le hacía emplearse en las fábricas Reales, para cuyo uso era conducido á los arsenales de Cartagena."
  El venerable cardenal Belluga, de feliz recordación en Murcia, fundó en Tobarra un Monte pío para aliviar á los labradares prestándoles grano sin interés alguno. Yá en otra parte de esta CRÓNICA (1) hemos hablado de estos monte-pios frumentarios debidos á la fecunda iniciativa del cardenal Belluga. 
  No dejó tampoco de figurar la Villa de Tobarra en los anales de la última guerra civil. Después de sorprender el cabecilla Lozano en la ciudad de Pozo-Cañada el día 19 de septiembre de 1874, el tren mixto de Cartagena, donde embarcó á toda su infantería con dirección á Tobarra, apresó en este punto rico botin, causando destrozos.
  Tobarra, como la Villa de Hellín, y mas todavía esta, si se quiere, conserva la ruidosa tradición de celebrar á tambor batiente las procesiones con que se conmemoran en la Semana Santa los sublimes misterios de la Redención del género humano. Acerca de esta piadosa costumbre en la Villa de Hellín, hoy ya fuera de caracter por la forma, molesta aun cuando quizá mas adecuada á la fúnebre grandeza del divino asunto que se recuerda, tiene compuesto un hermoso articulo el agudo escritor señor Picatoste, en el tomo que bajo el título de "Últimos escritos" y precedido de un notable Prólogo de don Cristino Martos, legó para deleite de los amantes de las buenas letras.
  Por último, sea digno remate de este articulo el nombre exclarecido de don Francisco Ochando Villaescusa, hijo de Tobarra, que, aun cuando segado en la flor de su vida, vivió lo bastante para darnos pruebas de su brillante talento oratorio, caldeado por un temperamento tribunicio.
  Como natural también de Tobarra cita el Dr. Lozano al célebre moro Nasir, que fué "sobre historiador gran legista, y Corregidor de Murcia" y cuyo fallecimiento fija hacia el año 1215. (2)
  El término de este pueblo confina con los de Albacete; Chinchilla; Ontur; Albatana; Jumilla (Murcia;) Hellín, y Peñas de San Pedro; y tiene por entidades de población las siguientes: Albenuj, caserío, con 51 almas.- Aljubé, aldea, con 145 id. - Balsain, caserío, con 15 id. - Casas Viejas, caserío, con 23 íd. - Cordobilla, aldea, con 489 id. - Charcos, caserío, con 24 id. - Chozas (Las,) caserío, con 32 id. - Herrera (La,) casas de labranza con 15 id. - Hoya de Santa Ana, aldea, con 69 id. - Huertos y Molinos, caserío, con 291 id. - Judarra, caserío, 23 id. - Mora de Santiago, aldea, con 256 id.- Polope; caserío, con 40 id. - Puerto, caserío, con 70 id. - Raso, caserío, con 89 id. - Roblecillo, casas de labranza con 7 id. - Santa Quiteria, aldea, con 305 id. - Sierra, aldea, con 508 id. - Torrecilla (La,) casas de labranza, con 9 id. - Villegas, aldea, con 197 id. y edificios diseminados, con 6 id. 

     (1) Tomo 1 pág. 56. 
     (2Nasir Murcianus ex oppido Tibala Juris—Consultus Historicus Murcia Praetor, obiit Egira 611. (Bibl. Escur.) 

  Nada más de Tobarra. Hemos hecho, aunque en vano, un esfuerzo para que este articulo resultase á la altura de tan importante Villa. Un presbítero nacido en ella y residente en la Corte, que por sus aficiones y por su cargo posée, sin duda alguna, numerosos datos que se prestaba á publicar hasta en los periódicos locales, nos ha negado el honor de que figuren en esta CRÓNICA, desoyendo nuestras repetidas súplicas. Si esos datos ven, por fin, la luz pública de cualquier modo, ó en alguna curiosa monografia, menos mal, y nosotros lo aplaudiremos sinceramente; pero si tal no sucede, allá se las haya en su conciencia el cauteloso sacerdote, entre los deberes que le inspira su tierra natal y la gratitud que pueda merecer de sus paisanos. 

NOTA: El presbítero residente en Madrid al que se refiere la conclusión del texto debe de ser Cristóbal Pérez Pastor. Para los interesados, en este blog también hay publicados artículos reproduciendo el Atlante Español de Espinalt, mencionado en esta Crónica, y las Relaciones Topográficas de Felipe II.


BIBLIOGRAFÍA:

- Roa Erostarbe, Joaquín. "Crónica de la Provincia de Albacete" (edición facsímil). Diputación Provincial de Albacete, 2004.


TAMBIÉN PUEDE INTERESARTE:

- Tobarra en el Atlante Español de Espinalt
- Tobarra en las Relaciones Topográficas de Felipe II
- Tobarra en las Relaciones Geográfico-Históricas de Tomás López
- Tobarra en el Catálogo Monumental de la provincia de Albacete
- El escudo heráldico de la Villa de Tobarra

martes, 10 de mayo de 2011

CRISTÓBAL PÉREZ PASTOR

Cristóbal Pérez Pastor, polígrafo y bibliógrafo, nació en Tobarra el 11 de Junio de 1842 en la Calle Eras, hijo de Antonio Pérez y Catalina Pastor, agricultores.


Fue monaguillo de San Antón. Ingresó muy joven en el Seminario de San Fulgencio de Murcia y se ordenó sacerdote. Cantó su primera misa en la Iglesia de la Asunción. Sus primeras parroquias fueron Orihuela y Tobarra; en esta última fue Rector de San Roque. En su tiempo libre se dedicaba a la enseñanza: entre sus discípulos se encontraba otro tobarreño ilustre: Daniel Chulvi. Su afán de saber le hizo trasladarse a Madrid, tras obtener el permiso del Obispo de Murcia, para estudiar Ciencias. Llegó a ser Doctor en Física y Química.

Aprobó la Cátedra de Agricultura en San Juan de Puerto Rico, pero renunció sin llegar a ejercerla por sus compromisos religiosos (fue nombrado Capellán de Atocha y luego de las Descalzas Reales). Estudió en la Escuela Superior Diplomática de Madrid, y tras acabar en 1874 fue profesor auxiliar de la asignatura ejercicios prácticos y catalogación de museos; sin embargo, disintiendo de los métodos pedagógicos de la misma, decidió abandonarla. En 1881 ingresó en el Cuerpo de Archiveros y Bibliotecarios y estuvo destinado en la Biblioteca Provincial de Toledo (1882) y más tarde en la Biblioteca Nacional, la Real Academia de la Historia y el Archivo Histórico Nacional. En 1905 fue elegido para la Real Academia Española, pero no llegó a tomar posesión.
Recorrió archivos y bibliotecas de todo el país, en especial el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid en busca de documentos sobre Miguel de Cervantes, Lope de Vega y Pedro Calderón de la Barca, también a la búsqueda de cartas de obligación de impresión, de compraventa de privilegios, de compra de papel, de testamentos de los autores áureos o de cualquier documento relacionado ya no solo con su producción sino con sus vidas; documentos que utilizaba luego para sus fichas bibliográficas.
Hombre de amplísima cultura, fue también un importante cervantista y tuvo tertulia en la Farmacia Galloso con personajes como Benito Pérez Galdós, Marcelino Menéndez Pelayo y Pío Baroja, entre otros. Organizó en 1905 la Exposición Cervantina del centenario que se exhibió en la Biblioteca Nacional, lo que le valió los ataques de Francisco Rodríguez Marín. Ese mismo año, como se ha dicho, fue hecho académico de la Lengua para cubrir la vacante dejada por el político conservador Francisco Silvela, pero ya se hallaba enfermo y pasaba largas temporadas en Horche, provincia de Guadalajara.
Fue uno de los más ilustres bibliófilos españoles junto a Marcelino Menéndez Pelayo, Manuel Milá y Fontanals, Francisco Rodríguez Marín y Ramón Menéndez Pidal y ganó mumerosos premios de bibliografía de la Biblioteca Nacional. Colaboró en las principales revistas de erudición literaria de toda Europa, y en especial en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos.

Falleció en Horche (Guadalajara) el 21 de Agosto de 1908, con 66 años de edad. En el cementerio de esta localidad alcarreña hay una lápida a ras de suelo, rodeado por una verja de hierro, con esta inscripción:

"AQUÍ YACE DON CRISTÓBAL PÉREZ PASTOR. EJEMPLAR SACERDOTE Y EXIMIO BIBLIÓGRAFO. D.E.P. RECUERDO DE LA FAMILIA"

Tanto el Ayuntamiento de Horche como el de Tobarra le dedicaron una calle, y sendas placas para las casas donde murió y vivió, respectivamente.


En 2011 dicha casa fue demolida :

Casa de Cristóbal Pérez Pastor

La ciudad de Albacete le tiene entre sus hijos ilustres, y también le dedicó una calle. Por la Orden de 24 de Junio de 1996 (BOE 17-07-1996) se le da al Instituto de Enseñanza Secundaria Obligatoria de Tobarra la denominación específica de "Cristóbal Pérez Pastor".


OBRA:
  • La Imprenta de Toledo (Madrid, Manuel Tello, 1887): Premiada por la Biblioteca Nacional, recoge 1.530 reseñas bibliográficas, apéndices e índices artículos sobre los trabajos publicados en la ciudad de Toledo desde 1430 hasta la publicación de la obra. Hay reimpresión moderna de Valencia, 1994.
  • Bibliografía Madrileña del Siglo XVI 3 Tomos (1891): Premiada por la Biblioteca Nacional. Tipografía de los Huérfanos (vol. I) Refleja la vida de impresores, escritores, etc, del S.XVI. Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos (vols. II y III) 1891-1907: Recoge en el primero volumen la Bibliografía Madrileña de 1601 a 1620 y en segundo de 1621 a 1625. Es una obra clásica de la bibliografía madrileña, con numerosas láminas entre los textos, con 2240 referencias ordenadas alfabéticamente, incluyendo un amplio apéndice documental e índices de búsqueda, encuadernación holándesa, conserva en la actualidad las cubiertas originales.
  • Proceso de Lope de Vega por libelos contra unos cómicos (1901): En colaboración con Atanasio Tomillo publica datos desconocidos de la vida de Lope de Vega, que no sentaron nada bien a Lope.
  • Documentos Cervantinos hasta ahora inéditos 2 Tomos (Madrid, Imprenta de Fortanet, 1897-1902): Es la obra más importante de toda su bibliografía, recoge en 150 documentos datos y hechos inéditos sobre la vida de Miguel de Cervantes, no publicados anteriormente y desconocidos obre el autor del Quijote. Fue una edición patrocinada por el Marqués de Jerez de los Caballeros.
  • Documentos para la Bibliografía de D. Pedro Calderón de la Barca (Madrid, Imprenta de Fortanet, 1905)
  • Nuevos datos acerca del Histrionismo español en los Siglos XVI y XVII (Madrid, Imprenta de la Revista Española, 1901).
  • La imprenta en Medina del Campo, Madrid, 1895, también premniada.
  • Cervantes en Valladolid, Valladolid, Grupo Pinciano y Caja España, 1992, Edición facsímil. reproducción facsímil del proceso a Cervantes, recogiéndose por tanto las averiguaciones hechas, por mandato del alcalde Cristóbal de Villarroel, sobre las heridas causadas en Valladolid al caballero del hábito de Santiago don Gaspar de Ezpeleta. La obra da noticia de la segunda estancia de Cervantes en dicha ciudad, esto es, desde 1604 hasta pocos meses después de la marcha de la Corte a Madrid, en 1606, intervalo en el que el escritor se vio implicado en el trágico suceso citado.
  • Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera, ed., Cristóbal Pérez Pastor, Madrid: Sociedad de Bibliófilos Españoles, 1901.
FUENTES:
- Wikipedia
- Infotobarra
- "UN EXIMIO CERVANTISTA. Don Cristóbal Pérez Pastor (1842-1908)". Joaquín Hurtado Moya. Revista de Semana Santa de Tobarra de 1983.

lunes, 12 de enero de 2009

IGLESIA DE SAN ANTÓN

Estar en La Parra

 La parroquia de San Antonio Abad está situada en el barrio de San Antón, más conocido popularmente como "San Roque el Viejo" (¿por una posible ermita anterior a esta?), concretamente en la calle Ramón y Cajal ("Camino Real"), justo al frente de la calle de La Parra (en la foto superior).

IGLESIA DE SAN ANTÓN - FOTO GUILLERMO A. PATERNA ALFARO

Fachada antes de la restauración. Foto: Guillermo A Paterna Alfaro

San Antón

Fachada en la actualidad

 Se desconoce su origen, pero debe ser tardío en relación con las demás ermitas del pueblo. En las Relaciones Topográficas de Felipe II en 1575 no se menciona la ermita, así como tampoco en los diccionarios geográficos posteriores.

IGLESIA DE SAN ANTÓN - FOTO JUAN SALMERÓN SELVA

Vista de la calle de La Parra, por Juan Salmerón Selva

En la pared que da a la calle San Antonio figura la fecha de 1923, pero debe de tratarse del año en que se hizo el enfoscado, porque los mayores recuerdan la parroquia desde su infancia.

San Antón

 La ermita pasa al grado de parroquia el 31 de diciembre de 1951, siendo obispo de la reciente Diócesis de Albacete Don Arturo Tabera y Araoz. Así, se desgaja de la parroquia de la Asunción y forma parte del nuevo arciprestazgo de Tobarra. Su primer párroco será Narciso Baguñá Colobart (julio de 1952).


 El templo es de planta rectangular con tapiales de bastante grosor, con cubierta a tres aguas y falso techo interior.

SAN ANTÓN

Cuenta con una capilla dedicada a Santa Bárbara, y sacristía, junto a cuya puerta se encontraron los restos de la subida al púlpito, al que se subía desde el interior, a través del muro.

- Vista de la espadaña bífora, con sus dos campanas y la veleta que la culmina. Se la dotó de un alero de hormigón, y los flancos se rebajaron para darle mayor esbeltez.

San Antón

 La campana pequeña data de 1941, como se puede apreciar en la inscripción de la cara que mira a la calle. La campana grande, procedente de la antigua Iglesia de San Roque como su compañera que actualmente se encuentra en la Asunción, data de 1949 y viene titulada como "VIRGEN DE LA ESPERANZA". Como en su hermana, aparece firmada su procedencia:

"FUNDICIÓN
DE
CAMPANAS
DE
ROSES HNOS.
SILLA (VALENCIA)"

 El yugo o contrapeso de las campanas era anteriormente de madera, hasta que fue sustituido por uno metálico elaborado por Antonio Jiménez Ortiz "El Batanero" (podemos ver su firma en la campana grande: A.J.O. 1989; así como en la pequeña con fecha de 1972).
Entre sus campaneros, podemos citar a Milagros Martínez Tébar "La Cañera"José Ruiz Parras "El Obispo" y César Gómez Cañete.

CAMPANA DE SAN ANTÓN

CAMPANA DE SAN ANTÓN - FOTO DIEGO ALFARO

CAMPANA DE SAN ANTÓN

- La puerta, a juego con la ventana del coro, data de 1984. Mide 3.20 x 2.10 m. Está hecha de madera de pino de Oregón, con cuarterones de espiguilla, moldura también de Oregón, resaltada en relieve a dos caras. Se emplearon en su armadura 56 tableros, teñidos en nogal y el resto al natural, barnizados para la intemperie. Fueron realizadas por Fernando Reina Escribano, ayudado por sus oficiales José Puche y José María Bueno, con diseño y bocetos de Pedro Carcelén López (arquitecto técnico). Los herrajes son de estilo antiguo, en negro, con golfos desmontables y tiradores en forja, a cargo de Antonio Jiménez Ortiz. Las puertas se instalaron en la víspera de Todos Los Santos de aquel año.

San Antón

- El templo se restauró en los años 96-97, colocando en la fachada, bajo las campanas, un mural de azulejos valencianos, obra de J. Salvador Valls Alcañiz, de Quart de Poblet.


- Vista del interior, con su falso techo. La cubierta fue cambiada según el proyecto de Pedro Carcelén López, a base de hormigón armado sobre un zuncho general del edificio.
El altar está hecho con placas de mármol rojo y blanco, reutilizando el pie del anterior. El ambón, de escayola estucada y mármol, y la pila bautismal de mármol rojo y blanco. Se abrieron dos ventanas nuevas para iluminar el presbiterio.

San Antón


En San Antón fue bautizado en 1842, y luego ejerció de monaguillo, el ilustre Don Cristóbal Pérez Pastor.


- El terrazo es a escuadra y cartabón con tiras y tacos, obra del maestro albañil José Sánchez "el Pireo". El anterior era de terrazo gris granito, datando de 1958, que sustituía a otro de barro cocido rojo. La humedad y su mal estado aconsejaron su eliminación.

San Antón

- Vista del templo desde su cabecera hacia el coro, de tres arcos carpaneles y baranda de hierro, y desde el cual se accede a la espadaña. En el bajo coro se encentra la cancela de acceso.

San Antón

- Escaleras de acceso al coro:


- Vista interior y exterior de la sacristía:


VISTA TRASERA DE SAN ANTÓN


- La imagen de San Antonio Abad preside el altar (el retablo fue pasto de las llamas en el 36).

San Antón

San Antón

Se trata de una talla de madera policromada, traída en 1941, que imita a la destruida en 1936, salvo por la llamarada que emitía el dragón en la anterior. A sus pies, a su derecha, luce un cerdo de tosca ejecución.

San Antonio Abad - 1928

Posiblemente se imite el modelo del San Antón (1746) de Salzillo en Murcia (foto de su Cofradía):

Modelo que también podemos encontrar más cerca, en Peñas de San Pedro, esta vez de manos de Roque López, discípulo de Salzillo.

Representa a un anciano monje de larga barba y tonsura de fraile con el hábito de los monjes antoninos: túnica blanco hueso, escapulario azul claro con la Tau y capa con capucha. En su derecha porta un banderín que clava en las fauces de un dragón, que representa las tentaciones que tuvo que superar en su vida eremítica en el desierto de Tebas.
El cerdo puede representar tanto al cerdo demoníaco que domesticó en el desierto como a los cerdos que criaban los monjes antonianos.
Tras la restauración de la talla se le colocó una campanilla en la mano izquierda. Se trata de un atributo del Santo. Los cerdos antonianos eran reconocibles por la campanilla que llevaban al cuello, y gozaban del privilegio de vagar por las calles de los pueblos, hozar en la basura y en los terrenos comunales. Este privilegio (antoniusschwweine) se mantuvo en Baviera hasta principios del XIX. Este puede que sea el origen del gorrino de San Antón, conocido en muchos pueblos y aldeas, que se destetaba y se dejaba vagar por las calles para finalmente ser rifado o pujado.

Anteriormente a 1936 el presbiterio tenía un retablo, y se encontaba separado del resto de la nave por una sencilla verja. Tras la Guerra, se colocó un retablo de cemento y escayola, del que solo se conservan los fondos de escayola tras el ábside actual. Se trata de un ábside falso, con bóveda de cuarto de esfera o de horno, construido en 1959 por el maestro albañil José Ruiz Ballesteros "el Moreno", emulando el gran ábside de la capilla pública del Seminario Mayor de Albacete, que se construía por aquellos años. Se adornó con las columnas y peanas del anterior retablo, pero luego fueron eliminadas. Recuerdo que antes de la restauración el ábside estaba acanalado imitando una venera.

ANTIGUO RETABLO DE SAN ANTÓN - FOTO JUAN ANDRÉS GUIRADO

Antiguo retablo de obra. Foto: Guirado


Antiguo aspecto del ábside. Foto propiedad de Encarna Ruiz

- Capilla de Santa Bárbara, posiblemente de finales del XIX. Tiene cubierta a dos aguas, con bóveda de aristas adornada en el interior.

San Antón

San Antón

 Imagen de la Santa, en escayola, traida de Olot en 1998 por la Hermandad de San Antón.

SANTA BÁRBARA

 Escudo con las armas de Santa Bárbara (torre, espada y palma), descubierto durante la restauración. Formaba parte de un retablo figurado.

ESCUDO DE SANTA BÁRBARA

- La Virgen del Perdón, obra de Alejandro Barra (2009):


- Corazón de María, que ocupa la hornacina junto al altar. Es una imagen de escayola, procedente de Olot. Con anterioridad hizo pareja con el Corazón de Jesús en el retablo de la Asunción, y que se encuentra actualmente en la capilla de San Francisco.

San Antón


- Crucificado de escayola que presidió el ábside hasta la última restauración:

San Antón

- Imagen de Santa Cecilia en madera tallada, obra de José Díes López (1943), comprada por la Banda Municipal al mando de Eduardo Sanchís Morell.

Santa Cecilia

- En el inventario de la parroquia de 1958 aparecen citadas las imágenes procedente de la Asunción, que aquí se cobijaron durante la reconstrucción del templo por el hundimiento de su torre: la Verónica, San Juan, Santa Cecilia, Virgen del Rosario (que ocupó la capilla de Santa Bárbara) y el Ecce Homo. En 1963 vuelven las imágenes a su lugar, salvo Santa Cecilia.

- El templo fue reabierto al culto tras la restauración siendo bendecido el 14 de diciembre de 1997 por el Obispo Francisco Cases Andreu.


La parroquia a vista de pájaro gracias al SIGPAC: latitud 38° 35' 33. 48" N, longitud 1° 41' 41. 78" W


HIMNO A SAN ANTONIO ABAD



Cantemos gozosos un himno de amores
cantemos poniendo todo el corazón
al Santo que es iris de vivos colores,
rosa del desierto, llama de ilusión.
Flor de la Tebaida llena de hermosura
que al Señor amaste en la soledad
San Antón bendito, lleno de ternura;
¡Que seas mi guía hacia la verdad!
Viniste a nosotros en alas del viento
que de tus virtudes, se volvió cantor;
y el alma rebosa de agradecimiento
y hasta ti se llega bañada de amor.
La vega te ofrenda color y perfume,
la espiga madura y el fruto en sazón
y Tobarra entera de amor se consume
poniendo a tus plantas limpio el corazón.
De tus bendiciones
las almas se llenan
y las oraciones
a tus plantas llegan.
¡Oh dulce ermitaño
lleno de bondad!
libranos de daño
San Antonio Abad

Letra: Alejandro Martínez Ramón
Música: Pedro Gil Lerín



Fotos:
José Rafael Navarro (las actuales)
Diego Alfaro Gil (desde el campanario)
Juan Salmerón Selva
Juan Andrés Guirado
Guillero A. Paterna Alfaro

Bibliografía:
- "San Antón y su ermita en el barrio de San Roque el Viejo", Luis Enrique Martínez, libro de Semana Santa de Tobarra 2000.
- "Puertas para San Antón", Guillermo A. Paterna Alfaro, Boletín Informativo Local de Tobarra nº 2, 1984.
- "La Iglesia de San Antón", Diego Alfaro Gil, "Tobarra - Recuerdos del Ayer" (2017).
- "Campaneros, campanas y campanarios (I)", Diego Alfaro Gil, "Tobarra - Recuerdos del Ayer" (2017).