EL REDOBLE DE LA ALMEJA
Es tradición ancestral
la del tambor en mi pueblo,
sus redobles atronaron
las calles desde hace
tiempo;
de la fecha de su inicio
no hay constancia en
documento,
sólo transmisión oral
por boca de los abuelos.
Pero lo que sí está claro
y anualmente lo compruebo,
es que hay manos virtuosas
que te dejan sin aliento,
cuando agarran dos palillos
y en el parche van batiendo,
los líricos zapatatas
que remueven tus cimientos.
Parece que fueron hombres
los que la norma empezaron,
quedando para la historia
referentes legendarios;
la mujer, por la costumbre
quedó en un segundo plano,
con la asignación doméstica
de a buen recaudo
guardarlos.
Hasta que llegó el momento
de echarle al asunto gana,
y tomar más parte activa
en nuestra Semana Santa;
algunas, las más valientes
transgresoras y atrevidas,
con un cumplido capuz
Sábado Santo salían.
Algo, bastante chocante
con la costumbre que había,
fue escuchar sus zapatatas
calle abajo y calle arriba,
y así, se pasó algún tiempo
hasta que llegó ese día
en que no hubo diferencias
de género, ni porfías.
Fueron ganando terreno
demostrando su valía,
del arte tamborilero
con tesón y gallardía;
y hoy, son la piedra angular
en desfiles numerosos,
con unas cotas logradas
no alcanzadas por nosotros.
Algunos, quiero decir
entre los cuales me incluyo,
mas no me siento envidioso,
si no, me llena de orgullo
esa gracia y poderío
de la mujer tobarreña,
sin reservas ensalzando
esta tradición puntera.
Tuve el inmenso placer
de asistir a un gran evento,
el pasado dosmil once
veinticinco de febrero.
Presentación del cartel
de nuestra Semana Santa,
con sonido celestial
de tambores de Tobarra.
En esta noche de gala
se desbordó el escenario
de muchachas tobarreñas,
con tambores redoblando.
Sin palabras me quedé,
y aún no sé, cómo plasmarlo,
faltan calificativos
a mi parco diccionario.
La Almeja, lleva por nombre
esta singular cuadrilla,
y aunque dicen, ser mayores,
son todas unas chiquillas.
Nueve flores de mi pueblo
para una ocasión tan magna,
flores que nos aseguran
que la tradición no acaba.
María Rosario ó MARRO,
Verónica, Vicky, Sara,
Maricarmen y Marisa,
con Lola, Alba y Azahara.
Por el redoble que tiene
y el buen sabor que me deja,
le dedico este poema
a la cuadrilla “LA ALMEJA”
©Casimiro Bleda Onrubia
Aranjuez, 27 de marzo de
2012
ALMEJAS 2016 - CRÓNICA DE UN DESFILE
Año dos mil dieciséis,
viví la grata experiencia
y el honor, que me invitaran
al desfile de “La Almeja”.
Por si alguno desconoce
el asunto que se trata,
es un grupo de mujeres
que le dan gloria a Tobarra.
Donde el arte del redoble
todas, dominan de sobra,
y a muchos de los varones
ofrecen, sopas con honda.
Tuve la enorme fortuna,
de que éllas me acompañaran
en memorable momento.
Pregón de Semana Santa.
Con su gracia portentosa
fueron la guinda en mi tarta,
regalándonos sus toques
nos ensalzaron el alma.
Y a partir de ese momento,
se estableció una alianza
del modesto pregonero
y estas hermosas muchachas.
Éllas, desde hace unos años,
con constancia se han propuesto
que cada Sábado Santo
sus redobles sean inmensos.
Y en el dos mil dieciséis
me invito la presidencia,
a que las acompañara
y el recorrido cubriera.
Al principio, un descoloque,
me presumí, desplazado,
ante tanto mujerío,
yo, un cronista despistado.
De eso nada, me dijeron,
tú , te vienes arreando,
haces fotos, tomas notas
y te las vas apañando.
Se acabó la discusión,
y por fin el día del acto
me fui al punto de arranque
a las doce menos cuarto.
El día, como ya dije,
grande, de Sábado Santo,
el almanaque marcaba
que era veintiséis de marzo.
Estaba el Sol Tobarreño
en su cenit, deslumbrante,
en tremenda competencia
con las cajas redoblantes.
Monumento del Tambor,
la gente se va acercando,
y se desbordan las calles
de mujeres redoblando.
Hay también, bastantes hombres,
allí en el sitio, observando,
junto a la televisión
entrevistando y grabando.
Y da comienzo el desfile,
después de besos y abrazos
de múltiples integrantes
y saludos atronados.
Enfilamos la Avenida,
a calle Mayor, nos vamos,
tamborileros nos siguen,
otros, se van descolgando.
Por ventanas y balcones
nos aplauden los paisanos,
y es algo que se repite
por todo lo largo y ancho.
Paramos en “El Palmar”
donde en un breve descanso,
para ir entrando en faena,
nos damos “un
pelotazo”.
Subimos el Parador,
y a la mitad de la cuesta,
sede de “Los Tribujaos”
tiene sus puertas abiertas.
Nos tratan “a
cuerpo ‘e rey”
todo, les parece poco,
cerveza fresca a mansalva
repartiendo como locos.
Para poder combatir
el sol que nos acompaña,
y seguirá con nosotros
en esta larga jornada.
Salimos; fotos, más fotos,
más las que iremos haciendo,
donde dejar reflejado
este mágico momento.
Conce, mientras que desfila
combina tambor y máquina,
enfocando el objetivo;
palillazo y zapatata.
Y me encuentro con JoseRa.
José Rafael Navarro,
y nos retamos a duelo
con las cámaras en alto.
-Soy más rápido que tú.
-No te muevas, que disparo.
Y raudos los diafragmas
inmortalizan el caso.
Al final, ninguno herido
después de tantos disparos,
no hay que restañar heridas,
tampoco, nadie sangrando.
Cerrando así el episodio,
nos dimos un gran abrazo,
y pusimos los archivos
guardados, a buen recaudo.
El sonido nos envuelve
y el decibelio aumentando.
“Bendito Ruido de Dios”
que dijera Montejano.
Retornamos a Mayor,
hacia allí, van nuestros pasos,
y así en cuatrocientos metros
hacia la izquierda doblamos.
Calle Cid y calle Túrbula,
calle Asunción; y paramos.
“Los Soplas” de Cordovilla,
y su sede visitamos.
Otros grandes anfitriones,
generosos, sin reparos,
pa’ dentro,
hasta la cocina,
y hacen un nuevo reparto.
Escancian cerveza fresca,
cada cual, tenga su apaño,
ya que en tremendo surtido
transforman el agasajo.
Y mientras tanto en la puerta,
en un pequeño apartado,
está Salvador Paterna
experto chef, cocinando.
Nos hizo un arroz caldoso,
algo digno de palacio.
Lagrimones como el puño
se me caen al recordarlo.
Y entre redoble y arroz,
Un buen café nos tomamos
bautizao con un chorrión,
por los Soplas despachado.
Nos dijimos hasta luego
y en la puerta desfilaron,
más de doscientas almejas
agradeciendo su trato.
Allí, me encontré a Pepete
¡Buenos días, buenos días!
Y nos hacen una foto
incorporándose Mila.
Se reanudó el desfile
y Daniel Chulvi enfilamos,
desembocando en la Plaza
en el casino arribamos.
Al lado del Monumento
levantado al Nazareno,
cuyo artífice se sabe
que es Jesús el Batanero.
Me encuentro a un par de colegas
a los que tengo por buenos,
mano a mano redoblando
y en faena nos metemos.
Chato Blázquez, -casi nadie-
Lolo y Cipriano, na’ menos.
Un digno hijo de su madre,
a la que yo mucho quiero.
El segundo que he nombrado.
José Manuel Cano Paterna,
más conocido por “Pelu”
Presidente de la fiesta,
De la fiesta del tambor,
ya que el mismo es Presidente
de la Hermandad “Los amigos
del Tambor” naturalmente.
Celebrando la ocasión,
un fuerte abrazo nos damos
y juramos repetir,
al menos, otros treinta años.
En la puerta del casino
la plaza está ¡abarrotaaaá!
Mientras zurren los tambores
y vienen algunos más,
Una gran expectación
del grupo y de viandantes,
a la espera del momento
de actuación deslumbrante.
Todos mirando al balcón,
donde en el mismo se encuentra,
un gran trio de excepción
que cantará una saeta.
Una saeta al tambor.
Él, es el protagonista,
y así sin más dilación
da comienzo la solista.
Una Lola que hace honor
a las de ese nombre, grandes.
Pone a su voz la emoción
que del corazón le sale.
Empieza el redoble MaRo,
Azahara alza el estandarte,
y llena de sentimiento
Lola, comienza su cante:
Sábado Santo,
es el día de “La Almeja”
Y en Tobarra,
ya no puede haber tristeza.
Las calles,
van llenando corazones
de zapatatas,
magdalenas
y redobles.
No lo puedes dejar
tu tierra es Tobarra,
vente a tocar.
Las calles se llenan de ti,
de ti, de ti, mujer.
Y la MaRo se desdobla
y su tambor, se desborda,
con su redoble certero.
Y la audiencia se levanta
con sus tambores que truenan,
y las tres en el balcón
nos mandan de corazón,
besos a los cuatro vientos,
Mientras tanto agradecido
El público está encendido
ante singular concierto.
El grupo, se va agrupando,
valga aquí la redundancia,
se reanuda el desfile
dejando Plaza de España.
Tomamos calle Correos
y asomada a su balcón,
se encuentra, Rosi Villena
que nos brinda una ovación.
Y subimos por la cuesta,
cuesta de la Encarnación.
Es momento de la foto
del tumulto a mogollón.
Pasamos el Portichuelo,
calle Cristo de la Antigua,
y se repiten escenas
con vecinos y vecinas.
Y hasta el maestro “Zoril”
se persona en su balcón,
estando codo con codo
su señora Marisol,
Que también mandan aplausos
y animan a la cuadrilla,
a que sigan adelante
y que otros años repitan.
Calle Ramón y Cajal,
atrás queda la placeta,
sigue su curso el desfile
del que ya doy buena cuenta.
Palillazo y paso a paso,
pasamos por San Antón,
Alma Mater de este barrio
y venerado Patrón.
Así llegamos al “Pique”
ahora se llama “Real”
donde Aurora Noguerón
a Totoni va a abrazar,
Y yo, como buen cronista
inmortalizo el momento,
tiene su punto emotivo
el particular encuentro.
Se hace un alto en el camino,
hay fuerzas que reponer,
por lo tanto, “lingotazo”
y a la barra me lancé.
Y se me acercó una “almeja”
a la que no tenía el gusto,
y se asemejaba a un Miura,
más que al sabroso molusco.
Allí sin mediar palabra
a este cronista se lanza,
y me suelta, así, tal cual
esta frase por la escuadra.
¿De dónde has salío
tú?
Y ¿qué pintas con “La Almeja”?
Si es razón bien evidente
que no tienes coño y tetas.
Y me resultó la escena,
surrealista y extraña,
pues no me podía creer
lo que esta “almeja” expresaba.
Yo, le intenté razonar,
pero élla, no lo aceptaba,
en sus trece, erre que erre,
me dijo que me largara.
Yo le dí la enhorabuena
por esa mente tan amplia,
y entonces le pregunté
¿Nena, tú eres de Tobarra?
Contestándome, que no,
que de cerca de Albatana.
Entonces le sugerí,
que a su pueblo se marchara
a imponer sus opiniones,
y costumbres democráticas,
que por si no lo sabía,
yo, sí que era de Tobarra.
Yo, sí que estaba en mi pueblo,
y hacía mi real gana
de recorrerme sus calles
tocando mis zapatatas.
A la calle me salí,
por zanjada di la escena,
y me encontré una cuadrilla
que disipó aquella “pena”.
Con Jesús Miguel “Trifón”
Manolo y primo Mariano,
Cesar y Jesús Merino
y “Millones” Alejandro.
Nos tomamos un gin-tonic,
que a todos nos supo a gloria,
brindis y buenos deseos
que la amistad, no se rompa,
También brindé con mi Lola,
y con mi hermana MariaDo,
con Ascensión, con Aurora
y con las Valcárcel Cano.
Que son, la madre y la tía
de la portentosa MaRo,
procedentes de una estirpe
de tamborileros natos.
Con María Negro Oscuro,
con Maricarmen B y B,
con Inma, Vicky, con Alba,
y también con MiSabel.
Nos arrancamos de nuevo,
el grupo se pone en marcha,
por el Camino Real
en dirección a la Granja.
Al llegar a la farola,
por calle Peñas nos vamos
y tomando calle Hielo,
a Columnas, redoblando.
Calle Cautivo, Paseo,
el de Príncipe de Asturias,
y comienzo de Avenida
al monumento en centurias.
Pasadas ya varias horas
hemos llegado a la meta,
dando fin a este desfile
después de tremenda vuelta.
Hago una foto final
a las González-González,
dos hermanas increíbles,
geniales y singulares.
Y doy por finalizada
mi intervención en el acto,
en un día tan completo
cuando son, las ocho y cuarto.
Les agradezco infinito
a la cuadrilla “La Almeja”
el detalle de invitarme
a que esta crónica hiciera.
Tengo una cosa muy clara
si Dios me da, vida y fuerzas.
Que estoy dispuesto a volver
si me invitan “Las Almejas”
© Casimiro Bleda
Onrubia
Aranjuez 13 de marzo de 2017
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