Antes de su destrucción durante los sucesos de 1936, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción contaba con un retablo neoclásico de madera que se puede situar en el último tercio del siglo XVIII, siendo el párroco Don Ignacio Echenique y Herrera, responsable también de la contrucción del nuevo campanario. En su testamento, de 1799, deja dispuesto lo siguiente:
“Es mi voluntad que a Matías Reolid carpintero que está construyendo el Retablo nuevo de esta mi Yglesia se le den de mis bienes mil reales luego que lo concluya, y le tengo ofrecidos por vía de huantes (sic), y otros mil reales más por las pilastras y adornos que ha hecho en dicho retablo por darme gusto”.
“A Don Pablo Sibstori (sic) quiero que se le dé de mis bienes ciento y cincuenta reales de vellón y a su oficial Ginés la misma cantidad en remuneración del diseño que hicieron para dicho retablo”.
“A Francisco Martínez maestro tallista vecino de Yecla es mi voluntad se le den de mis bienes ochenta reales de vellón además de los ciento y veinte que le tengo dados en dos veces por dos diseños en basto que hizo de talla para dicho retablo.”
Pablo Sístori, pintor perspectivista italiano afincado en Murcia, especializado en la pintura de retablos fingidos, fue autor de obras en las iglesias de Nuestro Padre Jesús y Santa Eulalia en Murcia, o la de Santiago en Liétor. El testamento nos muestra que junto a su oficial fueron los autores de su diseño. Posteriormente en su codicilo, Don Ignacio revocaba parte de su disposición, al señalar que no se le diesen a Matías Reolid los mil reales asignados por hacer las pilastras y adornos.
Se trataba de un retablo parietal o adosado que reproduce el esquema de un severo pórtico columnado compuesto por un solo cuerpo y ático.
El cuerpo central se articulaba en una sola calle muy desarrollada, con un gran lienzo sobre la Asunción de María delimitado por cuatro potentes columnas. Todo esto, levantado sobre un banco o predela del que solo podemos ver en la fotografía su parte derecha, de escasa decoración. Parece consistir en una guirnalda en la parte superior y elementos de tipología mariana: en este lado, la torre (torre de David/turris Davidica o torre de márfil/turris eburnea); en el izquierdo al encontrarse tras el dosel del novenario del Corazón de Jesús, solo podemos aventurar que se trata de otro elemento mariano como el pozo de aguas profundas, la puerta del Cielo, etc...
De la predela nacían triples ménsulas laterales sobre las cuales se asentaban los pares de columnas, con basa ática, fuste liso y capitel compuesto. Las columnas a su vez poseían su respectiva retropilastra, que podemos imaginar parecidas a las pilastras laterales, orientadas según el ochavo abandonando la planta rectilínea del retablo y repitiendo los mismos elementos de las columnas.
El entablamento repetía la disposición clásica: las fascias, el friso liso y la cornisa con la que se iniciaba el frontón curvo con los fragmentos laterales adelantados para recoger las columnas. Éste a su vez incorporaba ménsulas y gotas en toda la cornisa que la conformaba. En la parte central aparecía un emblema oval adornado con guirnaldas y las típicas iniciales A y M (Ave María) en su interior. Este cuerpo se remataba con pares de jarrones en la vertical de las pilastras laterales y de la columna más cercana.
A partir de la línea de imposta del templo se remataba el retablo con su ático, en torno a un lienzo cuadrado sobre la Coronación de María, flanqueado por un par de columnas como las del cuerpo principal pero de dimensiones más reducidas. Completaba el ático un pequeño entablamento, con un friso liso adornado con una guirnalda que lo recorría y un frontón recto en cuya cornisa superior se asentaban dos angelillos que giraban hacia el centro, donde se situaba el triangulo trinitario y el ojo de Dios, enmarcado por ráfagas.
Los arcos de las capillas laterales del presbiterio también aparecían decorados con frontones rectos apoyados sobre ménsulas, con decoración de gotas, y jarrones en los extremos. Sobre los frontones se situaban unos escudos heráldicos sobre cartelas que presumimos debían contener alguna inscripción. - La capilla de la izquierda pertenecía a los Guevara, cuyo escudo aparecía pintado en el medallón: cuartelado, 1º y 4º de gules (rojo) con cinco panelas (corazones) puestos en sotuer (aspa), 2º y 3º de oro, con tres bandas de gules cargadas cada una con una cotiza (banda) de plata y estas a su vez de armiños de sable (negro). Algunos testimonios orales recuerdan tras la guerra un escudo muy desgastado que desaparecería después.
- La capilla de la derecha pertenecía a los Carcelén, cuyo escudo cambió en 1692 al reconocer Carlos II la hidalguía del linaje. Aquí encontramos, tanto en la versión de madera como la inferior de piedra, el antiguo escudo familiar: según algunas fuentes representaría a los Lanclares o Nanclares, al haberse casado un miembro de la familia Carcelén con una descendiente de Sancho Ximénez de Lanclares, cuyo escudo es descrito así: en campo de oro, un árbol de sinople y a su pie un lobo andante de sable, cebado con un cordero en la boca. El de los Carcelén incorpora además dos gigantes, uno a cada lado del escudo.
Todos estos elementos recubrían los arcos de medio punto de piedra originales que han llegado hasta nuestros días..
Acerca del altar, por lo que podemos ver bajo los manteles: era una mesa con frontal neoclásico en cuyo centro se situaba un emblema, tal vez con el anagrama mariano A y M. Tras el altar y ante el retablo, el tabernáculo a la manera de templete clásico para la exposición del Santísimo: una estructura sencilla de planta circular con cúpula ligeramente peraltada sobre cuatro pares de columnas agrupadas en los diagonales, todo ello culminado en una sencilla cruz. A los flancos del templete, sendos ángeles en adoración.
Las fotografías también nos muestran la cancela metálica que cerraba el presbiterio, sustituida tras la Guerra Civil por una balaustrada de obra, luego suprimida, tras la reconstrucción de la Iglesia en los años 60.
El retablo aparece descrito por Amador de los Ríos (1849-1917) de esta manera:
"De líneas pséudo-clásicas, el retablo del altar mayor se compone de dos cuerpos, de frontón curvo y partido el inferior y triangular el superior, revelando el gusto de los artistas en el siglo XVIII, destacando en el primer cuerpo un lienzo con la Ascensión, y otro en el segundo con la Asunción de Nuestra Señora, pinturas ambas de no gran mérito ni en el dibujo ni en el colorido, pero que no desentonan del conjunto; á cada lado del altar mayor, abre en la capilla una puerta, de frontón triangular, y sendo blasonado encima, dentro de circular y resaltada medalla."
En esta otra foto podemos ver cómo se engalanaba la Iglesia durante el tiempo en que los Patronos permanecían allí en el mes de mayo. Ante el lienzo inferior se colocaba un gran manto imperial blanco con armiños que nacía de una corona real. Sustituyendo al tabernáculo se colocaba el Cristo de la Antigua en sus andas; a la izquierda, la Virgen de la Encarnación y a la derecha la Virgen de la Esperanza entregando su hijo a San Cayetano.
San Cayetano en un grabado de Juan Bautista Lariz
Un pequeño sagrario, posiblemente de madera dorada, suplía la ausencia del tabernáculo. Los laterales se adornaban con doseles, y el graderío de repisas escalonadas se alumbraba con candeleros y velas. Esta tradición, aunque perdida en Tobarra, se sigue manteniendo en las fiestas patronales de Elda (con el Cristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud en la Iglesia de Santa Ana) y Petrer (con la Virgen del Remedio en la Iglesia de San Bartolomé).
Bibliografía:
- Amador de los Ríos, Rodrigo. Catálogo Monumental de la Provincia de Albacete, 1912.
- Martínez Galera, Luis Enrique. "Mirando al pasado. Dos retablos perdidos en Tobarra". Libro de Semana Santa de Tobarra, 1997.
Bibliografía:
- Amador de los Ríos, Rodrigo. Catálogo Monumental de la Provincia de Albacete, 1912.
- Martínez Galera, Luis Enrique. "Mirando al pasado. Dos retablos perdidos en Tobarra". Libro de Semana Santa de Tobarra, 1997.
- Sánchez García, Miguel Ángel."Un personaje singular del siglo XVIII: Don Ignacio Echenique y Herrera, Cura Párroco de Tobarra". Revista de la Hermandad de San Roque, 2014.
- Martínez Ramón, Miguel Ángel. "Capillas funerarias de la Iglesia de la Asunción de Tobarra". Revista de San Roque, 2018.
Fotografías:
archivo Antonio Martínez Valverde
José Rafael Navarro
- Martínez Ramón, Miguel Ángel. "Capillas funerarias de la Iglesia de la Asunción de Tobarra". Revista de San Roque, 2018.
Fotografías:
archivo Antonio Martínez Valverde
José Rafael Navarro
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