La oficina de Correos de Tobarra está desbordada por más de 7.000 envíos sin repartir, que no están en manos de sus interesados, y no extraña que las quejas de sus trabajadores hayan llegado a la calle al verse superados por las peticiones y la multitud de cartas que no salen a su destino en el momento preciso. La petición por parte de los trabajadores y los sindicatos es básica, ya que necesitan más personal porque en principio trabajan ocho personas en la oficina, de los que tres son repartidores, y necesitarían un repartidor más para hacer frente a la situación. El tiempo es oro en una profesión como la de los carteros y los problemas en el reparto provocan que las montañas de cartas, pendientes de envío, se conviertan en un muro difícil de traspasar.
El Sindicato Libre de Correos y CSI-CSIF convocó varias concentraciones en la puerta de la oficina de Correos de Tobarra que hicieron el lunes, martes y miércoles de esta semana, en donde hasta el alcalde de la localidad, Manuel Valcárcel, se solidarizó con los trabajadores, porque desde el Ayuntamiento también reclaman mejoras en este servicio. Los sindicalistas explicaban que, desde su punto de vista, el interés por parte de la Dirección Territorial de Zona «ha sido nulo para solucionar los problemas de los trabajadores», porque en esta oficina «existe un malestar entre los trabajadores por falta de personal para prestar un servicio de calidad», ya que las construcciones y el crecimiento de la localidad han aumentado de tal manera que a los carteros no les da tiempo a llegar a todos las casas.
Además, entre las múltiples quejas se referían a los problemas de espacio, fugas de agua, goteras cuando llueve y olores desagradables, lo que provoca en los trabajadores que ir a trabajar se convierta en un auténtico suplicio, como lo es tener que respirar hedores a primera hora de la mañana. En el mes de mayo de 2007 los sindicatos cursaron un escrito a la Jefatura Provincial y a la Dirección Territorial de Zona para denunciar la situación, pero hasta la fecha «no ha cambiado nada».
Ahora es la Jefatura Provincial de Correos la que tiene la pelota en su tejado y la responsabilidad de dar una respuesta a las ocho personas que están trabajando a diario en la oficina de Tobarra, así como a la población que lleva tiempo pidiendo cambios. Por eso, la Jefatura debe tener el firme propósito de arreglar, de una vez por todas, los problemas que han convertido a la oficina de Tobarra en algo fantasmal y más propio de otras épocas.
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Fuente: La Tribuna de Albacete Digital
Foto: G. González
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