Para Isabel Sáez Alcañiz y su familia
"Lancé una pregunta al aire,
y me mantuve a la espera
y así, al cabo de algún tiempo
vino hacia mi la respuesta.
Esa pregunta en cuestión
era sobre unos objetos,
que llenaron un espacio
en mi mundo de pequeño.
Mientras pasaban los años
quedando atrás el infante,
permanecían abiertos
diecisiete interrogantes.
El Corazón de Jesús,
Milagrosa, San José
y los catorce Misterios
que en San Roque contemplé.
Sé dónde está lo que buscas,
un conocido me dijo,
y mi corazón saltó
de alegría y regocijo.
En la Calle de San Roque,
cerca de la antígua iglesia,
tomando desde su inicio
la tercera a la derecha.
A la casa me dirijo,
recibiendome la dueña
contestando a mis preguntas,
me hace una breve reseña.
Intentaré transcribir
como pueda sus palabras.
Qué dificil describir
la emoción que me embargaba.
Transcurría el Siglo XX,
cuando en los años setenta,
se cerró la iglesia antígua
y se abrió la iglesia nueva.
Una iglesia postmoderna,
nada que ver con la antígua,
de las piezas existentes
solo tomaron algunas.
El resto, allí se quedó,
cual material de desecho,
nadie en ellas reparó
hasta que se le hundió el techo.
Se corrió la voz de alarma
entre todos los vecinos,
cuando pudieron estrar
hallaron el cataclísmo.
Isabel y su familia,
los tres Santos rescataron,
junto con algún Misterio
que se salvó de milagro.
Parece ser, según cuenta,
que nadie se hizo adelante,
y llevarlos a su casa
decidieron al instante.
Diligentes, sin demora,
a los tres los trasladaron,
y un sitio de privilegio
a los mismos asignaron.
Tres más de aquella familia,
como tál los adoptaron
pasando así a formar parte
del hogar de los Ochando.
A este punto del relato
¿Los quieres ver? me pregunta.
Le digo que ¡Por supuesto!
y así, me invita a que suba.
Isabel tiene problemas
y le molesta la espalda,
pero llamando a su hija
al momento me acompaña.
Entramos en el salón
y en silencio los contemplo,
y los veo, hasta más guapos
que estaban en mi recuerdo.
Avelina, muy discreta
hace "mutis por el foro",
al achaque de hacer cosas
me quedo en la sala, solo.
Bueno, solo con los tres,
y somos aquellos cuatro
que al cabo de tanto tiempo
el verso volvió a juntarlos.
Los contemplo y me contemplan,
no es necesario el hablarnos,
ellos, siguen impolutos.
yo en cambio, mucho he cambiado.
Pero hay algo que no cambia
y que se mantiene intacto,
el alma de aquel chiquillo
que les rezaba el rosario.
Al final, los encontré
estoy feliz y contento,
los misterios se aclararon.
El caso, queda resuelto."
© Casimiro Bleda Onrubia
Aranjuez 13 de julio 2010
Aranjuez 13 de julio 2010
1 comentario:
ahora tenemos que recuperarlos y si fuera posible llevarlos a san roque que es donde les corresponde estar, haber si hacemos fuerza y lo posible entre unos y otros para que vuelvan a ver la luz y que vuelvan a una iglesia y a recibir el culto que nuestros antepasados les daban en la antigua iglesia de s. roque.
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