miércoles, 15 de septiembre de 2010

LA ACTUACIÓN DE LA JUNTA PERMITE ERRADICAR EL CACTUS DE ARIZONA

La peligrosa ‘Opuntia’, también conocida como Alfileres de Eva, ha sido extinguida

"Gracias a la rápida intervención de la consejería de Agricultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a instancias del Ayuntamiento de Tobarra, tras varios meses de trabajo y un presupuesto de 125.000 euros, ha sido erradicada de la localidad la opuntia conocida como Alfileres de Eva o Cactus de Arizona (aunque se ha dejado una pequeña parcela controlada para investigar nuevas fórmulas para combatirla, ante posibles rebrotes en algún municipio de nuestra región).

La propagación del peligroso arbusto es muy rápida y peligrosa y tras conocerse su presencia en una pequeña zona de Tobarra, próxima al Calvario, se extendió en seis hectáreas que tuvieron ser valladas como medida de protección, para evitar su propagación y que se causaran daños a animales o personas, como ocurrió en los primeros momentos en la localidad a donde llegó, probablemente, en algún vehículo procedente de Orihuela.

La planta es originaria del desierto de Arizona (México), y se trata de una de las especies invasoras más dañina, y que hasta su descubrimiento en la localidad, sólo era conocida su implantación en la ciudad alicantina de Orihuela, en donde acabó afectando a 60 hectáreas y en donde todavía luchan para erradicarla. El resultado final, que ha sido muy satisfactorio, ha sido posible gracias a la rápida intervención de la consejería de Agricultura, que puso en marcha una actuación dotada con un montante económico de 125.000 euros, para realizar «unas labores penosas en cuanto al rendimiento diario, ya que no puede trabajarse a más velocidad».

Una vez conocido el caso tobarreño, desde la consejería, se pusieron en contacto con el Ayuntamiento de Orihuela, la cátedra de Botánica de la Universidad de Castilla-La Mancha y la Universidad de Alicante, que fueron marcado las pautas a seguir «para erradicar esta especie agresiva que ha encontrado en este monte tobarreño unas condiciones de desarrollo muy favorables».
Los trabajos de erradicación los ha realizado la empresa Ibersilva, que ha estado casi tres meses trabajando con una decena de trabajadores, y que según sus responsables, se encontró con un grave problema: «que el trabajo hay que hacerlo de manera manual ya que no se pueden emplear maquinaria de ningún tipo por el débil ecosistema de la zona».

Después de conocerse la implantación del cactus, por las graves heridas provocadas a un perro, y algún susto sufrido por varias personas, el Ayuntamiento tobarreño recibió un informe inicial en el que se indicaba que «posiblemente la invasión ha llegado por carretera, debido a su capacidad para clavarse en cualquier superficie, incluidos los neumáticos. Ha encontrando en Tobarra un ambiente muy propicio debido a su capacidad para vivir casi en ausencia de precipitaciones, y de enraizar en suelos esqueléticos. No obstante y debido a que toda la zona posee unas características climáticas similares y optimas para esta Opuntia, unido a su capacidad para propagarse fuera de lo común, podríamos decir que toda la zona está amenazada». Afortunadamente el peligro ha pasado.

La propagación del peligroso arbusto es muy rápida y peligrosa y tras conocerse su presencia en una pequeña zona de Tobarra, próxima al Calvario, se extendió en seis hectáreas que tuvieron ser valladas como medida de protección, para evitar su propagación y que se causaran daños a animales o personas, como ocurrió en los primeros momentos en la localidad a donde llegó, probablemente, en algún vehículo procedente de Orihuela.

La planta es originaria del desierto de Arizona (México), y se trata de una de las especies invasoras más dañina, y que hasta su descubrimiento en la localidad, sólo era conocida su implantación en la ciudad alicantina de Orihuela, en donde acabó afectando a 60 hectáreas y en donde todavía luchan para erradicarla. El resultado final, que ha sido muy satisfactorio, ha sido posible gracias a la rápida intervención de la consejería de Agricultura, que puso en marcha una actuación dotada con un montante económico de 125.000 euros, para realizar «unas labores penosas en cuanto al rendimiento diario, ya que no puede trabajarse a más velocidad».

Una vez conocido el caso tobarreño, desde la consejería, se pusieron en contacto con el Ayuntamiento de Orihuela, la cátedra de Botánica de la Universidad de Castilla-La Mancha y la Universidad de Alicante, que fueron marcado las pautas a seguir «para erradicar esta especie agresiva que ha encontrado en este monte tobarreño unas condiciones de desarrollo muy favorables».
Los trabajos de erradicación los ha realizado la empresa Ibersilva, que ha estado casi tres meses trabajando con una decena de trabajadores, y que según sus responsables, se encontró con un grave problema: «que el trabajo hay que hacerlo de manera manual ya que no se pueden emplear maquinaria de ningún tipo por el débil ecosistema de la zona».

Después de conocerse la implantación del cactus, por las graves heridas provocadas a un perro, y algún susto sufrido por varias personas, el Ayuntamiento tobarreño recibió un informe inicial en el que se indicaba que «posiblemente la invasión ha llegado por carretera, debido a su capacidad para clavarse en cualquier superficie, incluidos los neumáticos. Ha encontrando en Tobarra un ambiente muy propicio debido a su capacidad para vivir casi en ausencia de precipitaciones, y de enraizar en suelos esqueléticos. No obstante y debido a que toda la zona posee unas características climáticas similares y optimas para esta Opuntia, unido a su capacidad para propagarse fuera de lo común, podríamos decir que toda la zona está amenazada».

Afortunadamente el peligro ha pasado."


José García González, La Tribuna de Albacete

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